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Gwen Vreven
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Development Director
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Immobel

En lo que se refiere al carbono incorporado y a un edificio neutro en emisiones de CO2, tenemos que asegurarnos de que todos los materiales utilizados en el proyecto tengan la menor huella de carbono posible. El vidrio Low-Carbon Glass resultante del reciclado de la antigua fachada tiene un impacto positivo a la hora de garantizar la neutralidad de carbono del futuro edificio.

AGC-Oxy-Brussels

Immobel y su socio Whitewood se han fijado objetivos muy ambiciosos a la hora de adoptar un enfoque sostenible en el proyecto de renovación del edificio Oxy en Bruselas. Para ello, llevaron a cabo un análisis completo del edificio con vistas a reciclar o reutilizar todos los elementos posibles de este edificio construido en los años setenta.

En colaboración con AGC comprobamos que el acristalamiento de este edificio de los años setenta era de gran calidad y podía reciclarse.

Gwen Vreven, Development Director Immobel

El antiguo acristalamiento se retiró de la fachada y se recicló en el horno float de AGC en Moustier-sur-Sambre para producir vidrio plano con una huella de carbono reducida.
“En lo que se refiere al carbono incorporado y a un edificio neutro en emisiones de CO2, tenemos que asegurarnos de que todos los materiales utilizados en el proyecto tengan la menor huella de carbono posible. El vidrio Low-Carbon Glass resultante del reciclado de la antigua fachada tiene un impacto positivo a la hora de garantizar la neutralidad de carbono del futuro edificio”.

Immobel completa el círculo retirando el antiguo acristalamiento de la fachada utilizando el servicio de reciclado Recycle Glass de AGC (en lugar de llevarlo a un vertedero) y luego acristalando el nuevo edificio con el vidrio bajo en carbono Low-Carbon Glass.
El edificio no solo está preparado para el futuro desde un punto de vista ecológico y medioambiental, sino que Immobel también aporta valor al inmueble: “Los edificios de grado A con una huella de carbono reducida no solo son un factor que aumenta los alquileres y los precios de venta, sino que también se ajustan a la demanda de inversores e inquilinos que realmente buscan optimizar su huella de carbono y sus criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza)”.