AGC Flat Glass Italia es uno de los principales participantes en un importante proyecto nuevo: Sidera, la sede de CIA Conad, un consorcio cooperativo que desde hace 65 años es uno de los referentes de la gran distribución y el comercio minorista en Italia. El proyecto se encuentra en las afueras de Forlì, en una zona industrial cerca de la salida de la autopista.
Diseñado por tissellistudioarchitetti, Sidera es la respuesta a un contexto que carecía de identidad y valor arquitectónico. Es una presencia transformadora que enriquece el entorno. El edificio está rodeado por 300 árboles y 22 000 plantas, lo que lo integra plenamente en el entorno y contrarresta el aire notablemente anónimo de la zona industrial.
La estructura, orientada por un enfoque pragmático que incorpora racionalidad y funcionalidad, tiene 100 metros de largo y 33 metros de alto, y se eleva sobre un zócalo de 3 metros de altura. Sidera llama inmediatamente la atención por sus generosas fachadas transparentes, que forman una sofisticada piel de vidrio que envuelve todo el edificio y crea un equilibrio armonioso entre el interior y el exterior. La estética no ha sido el único objetivo de las fachadas, también han sido diseñadas para dejar entrar una abundante luz natural que inunda todos los espacios de trabajo. Teniendo presente que una gestión precisa de la iluminación es esencial para promover el bienestar y la productividad de quienes allí trabajan, las luminarias siguen el ritmo circadiano de 24 horas. Las fachadas cuentan con el vidrio de control solar Stopray Smart 51/33 de AGC, ensamblado en un doble acristalamiento. Diseñado para ofrecer un equilibrio óptimo entre control solar y transmisión luminosa, este producto es la solución ideal para aplicaciones que requieren abundante luz natural, protección contra el excesivo calor y altas prestaciones energéticas, todo combinado en un diseño moderno. Todos los vidrios de la gama Stopray Smart ofrecen a los transformadores la posibilidad de elegir entre conservar el vidrio recocido o templarlo, en función de los requisitos específicos del edificio. De una manera u otra, el vidrio garantiza siempre las mismas prestaciones energéticas, lumínicas y aislantes. Ofrecer un único producto que conviene para dos tipos de uso tiene la ventaja de reducir las exigencias y costes en materia de almacenamiento. Además del vidrio seleccionado para sus 5000 m² de fachada acristalada, Sidera también destaca por el llamativo uso de otros dos elegantes y sobrios materiales: el aluminio, presente en los seis kilómetros de aletas verticales, y el hormigón negro. Las aletas de aluminio reflejan la luz natural de forma dinámica, dependiendo de la hora del día y de las condiciones meteorológicas, lo cual, combinado con las lamas parasol estrechamente colocadas, crea una agradable ilusión: dependiendo de la posición del observador, el edificio parece opaco o transparente.
Otro elemento sumamente innovador de este proyecto es el techo, que los diseñadores concibieron como una “quinta elevación”. Su diseño tiene en cuenta el impacto visual cuando se ve desde arriba, lo que denota una clara influencia de herramientas modernas como Google Earth. El techo inclinado típico de la región, sin precedentes en estructuras industriales, presenta seis planos inclinados salpicados por tres grandes claraboyas, que establecen un diálogo virtuoso con el horizonte de los Apeninos no muy lejanos.
Para el techo se utilizó un vidrio de control solar de AGC de color dorado. Este material no estándar se fabricó específicamente para este proyecto.
En el interior, el diseño sigue los principios de la neuroarquitectura con el fin de crear un entorno de trabajo óptimo. La luz natural se controla cuidadosamente y el aire se filtra y purifica. Desde todos los espacios de trabajo se disfruta de amplias vistas de la vegetación exterior. Todos los elementos están diseñados para estimular el bienestar físico y psicológico y la productividad, con una distribución que conjuga rigor funcional y dinamismo.
AGC confirma una vez más su papel como socio clave en proyectos innovadores capaces de dejar huella en el entorno. En esencia, Sidera rechaza el formalismo y privilegia las relaciones humanas y la sostenibilidad. Su arquitectura traduce las inevitables transformaciones y necesidades de la vida moderna en espacios vitales y acogedores.
